El Blog de Tomás Hache

Trabajo en una serie de piezas que están configurandose a cada instante que las vuelvo a ver, veo como el proceso de decisión de hacia donde va la obra no la determina la etapa del bocetaje, siento como el proceso mismo indica la dirección de las cosas.
Es como en la vida diaria, uno cree estar haciendo lo debido porque así alguien se le ocurrió y nos dijo que debería de ser, pero en realidad nosotros tenemos el poder de cambiar y decidir hacia donde va ir nuestra vida y sus resultados, tenemos ideas preestablecidas y nos metemos por ese carril pensando de antemano que así son las cosas y luego nos llevamos la gran sorpresa de que pocas cosas en esta vida son lo que creemos, y sufrimos por ello, porque nos sentimos decepcionados y nos damos cuenta que fuimos engañados, pero lo que no entendemos es que fuimos engañados por nosotros mismos, por creer que asi eran.
Propongo tomar las decisiones de la vida con apertura, evaluando antes de saltar al vacío que es lo que más nos conviene, pensar que todas las personas buscamos nuestro beneficio muy particular y egoísta y esto no nos hace malos, nos hace ciegos y álgo estupidos, pero es cuestión de buscar por donde pasará el proximo tren que nos lleve a la dirección correcta y no querer hacer que el tren de media vuelta y vaya para donde nosotros queremos.