El Blog de Tomás Hache

Hoy hace un año mi vida cambió, mi idea de libertad dentro de un ambiente seguro se vinieron abajo mientras yacía en el tibio y aspero suelo de aquel crucero, el sonido de la ambulancia y el olor aseptico de los medicamantos se convirtierón en mis simbolos de arrepentimiento y tristeza.
Dos vidas convergieron esa mañana, el hombre que yo era entonces y segundos despues el hombre que ahora soy...
A menudo pienso si realmente no cambió nada en mi vida, mas bien mi vida se detuvo por un largo período del cual aun sigo inmerso.
Lo cierto es que cada paso que damos nos acerca al final de nuestros días y habemos quienes vivimos temiendo la llegada de ese momento y por ello nos perdemos de las pocas cosas buenas que nos ofrece la vida.
Es dificil liberarse de las cadenas que nos hechamos a cuestas sin darnos cuenta, pensando que esa es la manera en que se debe vivir, temiendo por nuestro futuro, viendonos a nosotros mismos derrotados, viejos y solos; es entonces cuando decidimos apoyarnos de cosas que nos hagan sentir que nuestro paso por esta vida esta siendo aprovechado.
Hoy hace un año hago un recuento de mi vida, hoy veo las secuelas fisicas y emocionales de aquel accidente y sigo confundido con mil ideas y pensamientos, pues no hay nada resuelto solo piezas regadas por aqui y por allá.
Solo una cosa tengo en claro: Debo seguir respirando y creyendo en mi mismo, nadie me garantiza que no me volveré a equivocar y arrepentir, que no volveré a sentirme triste, que no volveré a llorar, pero de igual manera nadie sabrá decirme cuantas veces más reiré a carcajadas por álgo que me resulte divertido ó si podré sentir algún día que mi vida marcha completamante a mi gusto.
Brindare por este año que ha pasado y pediré un deseo como se hace en los aniversarios, recordando lo bien que se siente beber agua fresca despues de sentir la sed mas intensa jamas antes vivída.

TomasHernandez.net